SENTENCIARON A UN JOVEN POR ATENTADO CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA

El Tribunal de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional de la Primera Circunscripción Judicial, presidido por la jueza Dra. Edith Elizabeth Agüero e integrado por la Dra. Karina Daniela Cabral y Dr. Raúl Gustavo Farías, como vocales primero y segundo respectivamente, resolvió condenar a David R. E. C. a la pena de tres años de prisión, por considerárselo culpable del delito de “Atentado contra la Seguridad Publica en flagrancia”, previsto en el artículo 186 inciso 4 del Código Penal. Además, se le ordenó realizar un tratamiento psicológico, tendiente a modificar su conducta de agresor social.

En razón de que las partes acordaron una pena condicional, el Tribunal estableció una serie de reglas de conducta que debe cumplir el condenado por el término de tres años, entre las que se destacan: no cometer nuevos delitos; abstenerse de consumir estupefacientes y no abusar de bebidas alcohólicas; adoptar oficio, arte, industria o profesión, adecuado a sus capacidades; prohibición de acercamiento al lugar donde ocurrieron los hechos; realizar trabajos no remunerados en institución pública o comunitaria.

Atento a las circunstancias del hecho, el Tribunal le ordenó al Juzgado de Ejecución Penal, arbitrar los medios para que, en un establecimiento público, el condenado acceda a un tratamiento psicológico tendiente a verificar el estado de su salud mental y a tutelar su conducta con tendencia de agresor social.

El hecho tuvo lugar el 06 de mayo de 2.022, en horas de la noche, cuando David R. E. C. de 18 años de edad, se acercó al portón principal de un club deportivo ubicado en B° Mataderos, cargando una garrafa, la cual abrió, prendió fuego y arrojó al interior del predio. En el lugar se encontraban alrededor de 200 personas realizando actividad física, por lo que algunas de ellas se dedicaron a apagar el fuego; mientras que otras, salieron apresuradamente de allí, ocasionando que, producto de la desesperación, algunas resultaran lesionadas, entre ellas, una mujer de 61 años, una joven de 19 y una menor de 2.

Luego de arrojar la garrafa, el condenado regresó a su vivienda, siendo perseguido por hinchas del club. Posteriormente, unos efectivos policiales se presentaron en su domicilio y procedieron a aprehenderlo y trasladarlo en calidad de detenido. Minutos más tarde, la madre del joven se acercó a la institución policial y manifestó que su hijo presenta trastorno mental (esquizofrenia), por lo que, por orden del Fiscal de turno, fue trasladado al Hospital Enrique Vera Barros y a continuación al Centro de Salud Mental de Neuropsiquiatría, donde fue atendido por profesionales, quienes llegaron a la conclusión de que podía permanecer alojado en la sede de Alcaidía Policial de la Provincia ya que no presentaría una patología psicológica.